lunes, 2 de enero de 2023

¿Saben estudiar nuestros hijos?

 



Los que vivimos en nuestra profesión, (psicólogos, psicopedagogos y maestros)  nos llevan a pensar qué cuestiones se les pasarán por la mente a aquellos alumnos considerados con déficit atencionales, motivacionales, dificultades de aprendizaje, conducta disruptivas, etc., serán similares a éstas: “¿Por qué tengo que estudiar?, ¿Para qué me va a servir?, ¿Por dónde empiezo?, ¡Qué más da otro examen suspenso!, ¡No me van a hacer ni caso!, ¡Ni siquiera tengo un sitio donde estudiar!, ¡Si puedo copiarme perfectamente, no se darán ni cuenta!, ¡Para qué me voy a poner todos los días si el día antes del examen lo leo y me hago una chuleta, voy a aprobar igual que los empollones!” y tantas otras que circularán por el pensamiento de miles de estudiantes a diario.

Por eso estamos convencidos de que “enseñar a estudiar” consiste en ponerles a su alcance procedimientos y estrategias de enseñanza-aprendizaje que hagan más llevadera y amena su labor, les den sentido educativo a su trabajo y rechacen estereotipos, fórmulas negativas a su condición de estudiante, porque en el futuro van a necesitar esa preparación para la vida en general y en sus puestos de trabajo en particular.

No se estudia por gusto, ni por capricho de quienes pasaron por esa experiencia, sino por uno mismo, por la satisfacción personal del deber cumplido, por superar metas, por seguir ampliando conocimientos de diversa índole: conceptuales, procedimentales, actitudinales, por darle rienda suelta a la imaginación, al hecho de compartir con los amigos situaciones nuevas, de predecir, de investigar, de reflexionar, de sentirse útil, este es el compromiso que debemos hacerles ver y que tantas pesadillas nos hace tener a educadores y padres.

Yo, como orientador también me he planteado en muchas ocasiones serios interrogantes referentes al entorno que rodea a los alumnos: ¿Tendrán un cuarto de estudio para ellos solos sin que nadie les moleste?, ¿Estarán pendientes los padres de las actividades que realizan?, ¿Contarán con suficiente material escolar, de consulta, tecnológico y divulgativo?, ¿Dispondrán del tiempo justo y necesario para equilibrar momentos de actividad-descanso?, ¿Sabrán hacerlo?, ¿Tendrán un guía donde apoyarse?, ¿Recibirán estimulación oportuna?, ¿Mostrarán ilusión, constancia y esfuerzo en sus actividades?

De cuantos factores pienso, considero que la motivación intrínseca es primordial, un niño no puede hacer los ejercicios por el mero hecho de conseguir algo a cambio, de obtener buenas calificaciones porque se va a ver inmediatamente recompensado con dinero, bienes materiales, juguetes, prolongación del horario en fin de semana, aumento de la paga… porque entonces entenderá que siempre que se esfuerce conseguirá a su favor un estímulo positivo y en la vida se encontrará que esto no ocurre así, que debe aprender a solucionar conflictos, a aceptar las derrotas, a aprender de los fallos, tenga o no valoración por ello. Ojo, que no queremos decir que los incentivos, los “feedbacks” positivos que utilizamos en colegios para premiar los logros de los pequeños en su desarrollo deban suprimirse, pero hay que saber controlarlos y proporcionarlos, en la medida en que los beneficios para ambas partes, educador y educado tengan las mismas satisfacciones.

El mensaje al estudiante que hoy queremos compartir con nuestros lectores fue envidado por un gran genio, Albert Einstein, quien nos decía al respecto “Nunca consideres el estudio como una obligación sino como una oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber”.


martes, 16 de agosto de 2022

FASES EN LA REALIZACIÓN DE UN TRABAJO ESCRITO

 





Cada vez es más frecuente encontrarnos con profesores que evalúan al alumno, no sólo en base a unas calificaciones obtenidas en un examen, sino también a las tareas encomendadas en clase. La realización de trabajos está teniendo cada vez más importancia en el modelo educativo y en la evaluación del alumno.

Hacer un trabajo no es una tarea difícil, pero hacer buenos trabajos requiere tiempo, dedicación y compromiso personal. No vale cualquier trabajo. Para hacer un buen trabajo el alumno necesita conocer los pasos a seguir, tener un método y conocer las partes que lo constituyen.

 

8.1 Fase de comprensión y planeación de la tarea

 

Antes de hacer un trabajo escrito debemos comprender una serie de cuestiones respecto al mismo, para facilitarnos su realización. El texto es el efecto visible y resultado final de un esfuerzo. Pero ese esfuerzo no se limita a la escritura, sino también a la comprensión y aplicación de una serie de pasos que debemos tener en cuenta antes y durante la realización de un escrito escolar.

Lo principal es tener perfectamente delimitado el objeto de estudio y para ello hay que tener en cuenta, entre otras, las siguientes preguntas: ¿Qué me piden que haga exactamente? ¿Me dan el tema o tengo que elegirlo? ¿Se refiere a un tema general o a algo específico dentro de él? ¿Tengo que contestar a unas preguntas dadas por el profesor o puedo exponer el tema como quiera? ¿Qué plazo de tiempo tengo para hacerlo? ¿Cuándo puedo elaborarlo? ¿Cómo tengo que presentarlo? ¿Puedo elegir la forma de presentación? ¿Qué formato debe tener (número de páginas, dimensiones, interlineado, tipo de letra, tamaño)? ¿A quién va dirigido el trabajo? ¿Debe incluir bibliografía de las fuentes? El contestar a todas estas preguntas te ayudará a empezar y planificar tu trabajo de forma correcta.

La elección del tema será un parte muy importante en esta primera fase. Un error en la elección del tema puede hacerte perder mucho tiempo, desmotivarte y tener peor nota. Procura elegir un tema que despierte tu curiosidad y que sea lo más específico posible, para que sea original. El problema es que la originalidad aumenta la dificultad del trabajo, pero es más gratificante.

Ahora bien, tener el tema no implica saber el enfoque que le vamos a dar, ya que puede ser muy general ¿Qué vamos realmente a investigar sobre ese tema, todo o parte de éste?  Por ejemplo, voy a elegir el tema de «Las sectas». La primera concreción que tengo que hacer es, ¿Qué tipo de sectas voy a estudiar? Supongamos que sólo voy a hablar sobre las sectas destructivas. Una segunda concreción que podría hacer es, ¿Desde qué punto de vista voy a tratar el tema de las sectas destructivas, desde el punto de vista jurídico, social, o psicológico? Podría escoger la protección psico-jurídica de las sectas destructivas.

Una última concreción podría ser el tipo de adepto, niños, adultos, o familias. Resultado final de la delimitación de mi tema podría ser, «La protección psico-jurídica de los menores insertados dentro de las sectas destructivas». Por lo tanto, hemos decidido acotar el ámbito de la investigación de nuestro tema inicial y eso es muy importante porque sabremos después qué es lo que tenemos que buscar. Este podría ser también el título de tu trabajo (definitivo o provisional). El título de un trabajo es fundamental, ya que es el anuncio de lo que vas a tratar en él, el objetivo de éste. El concretar el tema es algo muy útil, ya que te dará el camino para la planificación del trabajo. Por último, recuerda informar a tu profesor o tutor del tema para su aprobación.

 

8.2 Fase de recogida y selección de material de información

 

La búsqueda y recogida de material nos proporciona la información ya elaborada que existe sobre el tema. Habitualmente se pide a los alumnos que se basen en la documentación bibliográfica. Los libros o la bibliografía científica han de ser la base de nuestro trabajo, incluso por encima de Internet, pero sin descartar esta última. Debemos de consultar siempre fuentes de calidad y autoridad en los temas respectivos.

La información para un trabajo escolar puede hallarse en libros de consulta como enciclopedias, diccionarios, atlas, biografías, artículos, Internet (páginas Web, buscadores, redes sociales, etc.), revistas científicas, periódicos, encuestas y entrevistas, así como en asociaciones y fundaciones. Recopila toda la información en fotocopias, recortes, anotaciones en hojas, carpetas de ordenador (es importante nombrar adecuadamente la carpeta), archivos de imágenes, etc. Recuerda que en esta fase no has de decidir si te sirve mucho o poco, no debes de procesar nada, sólo decidir qué material puede ser útil para tu tema.

Después de recolectar todo el material, debes de seleccionar lo que creas que vayas a utilizar: la bibliografía, los párrafos, ideas interesantes, esquemas, resúmenes, etc. En definitiva, todo aquello que te resulte importante y que después utilizarás en tu trabajo. Esta es la fase de selección de la información.

 

 

8.3 Fase de estructuración del trabajo

 

Una vez conocida la idea fundamental de un trabajo y recogido el material de consulta, realizaremos un esquema o índice provisional, donde iremos desarrollando de forma ordenada las ideas básicas y los detalles importantes. Los diferentes apartados no deben de tener más de tres niveles (1, 1.1, 1.1.1). Con el esquema nos hacemos una idea general de los puntos que se van a tratar. Puedes utilizarlo también como índice, una vez terminado el trabajo. Estamos en la fase de estructuración de la información recogida.

El índice definitivo tiene que seguir la siguiente estructura: índice, agradecimiento, dedicatoria, introducción, contextualización del tema, conclusión, bibliografía y anexo.

 

¡Acabada una idea y sabrás siempre por dónde seguir!

 

8.4 Fase de redacción del trabajo

 

Empieza por una introducción breve, exponiendo el tema que vas a tratar y su definición. Quizás puedas poner aquí la razón por la que has elegido este tema y no otro (en el caso de que lo hayas elegido tú). A continuación, y siguiendo tu esquema o primer índice, ve desarrollando la idea. En caso de que tu trabajo lo requiera y lo permita, intenta poner ejemplos, ilustraciones, fotos, entrevistas, mapas. Las primeras ideas son importantes, pero no son las únicas; crea ideas alternativas. Por último, realiza una conclusión, que debe ser siempre original, haciendo algún comentario sobre la idea principal y apuntando posibles implicaciones posteriores. La conclusión no es un resumen, sirve para verificar o rechazar hipótesis, criticar o recomendar. Y recuerda que la primera redacción nunca es la definitiva. Revisa tu escrito las veces que consideres necesario y corrige los errores que vayas encontrando en tus relecturas.

Trata de utilizar tipos de letras sencillos, como Times New Roman, Arial, Calibri, Cambria, Garamond de entre 10 y 12 puntos de tamaño, para que la lectura sea cómoda.

 

 Si recortas y pegas, tu trabajo no merece la pena.

 

8.5 Otros: portada, bibliografía y citas

 

La información imprescindible que tiene que incluir una portada es:

·           Título del trabajo.

·           Nombre del alumno.

·           Curso del alumno.

·           Fecha de terminación del trabajo.

·           Profesor, tutor o director del trabajo.

·           Instituto o universidad.

 

La bibliografía es el conjunto de fuentes de dónde has sacado la información para realizar tu trabajo. Hay que preguntar directamente al profesor si dentro de dicha bibliografía debemos poner las páginas Web consultadas o si por el contrario debemos enlistarlas en otra hoja con el título «Páginas Web consultadas». Recuerda que ¡Hay vida más allá de Internet! Utiliza la biblioteca y otros documentos.

Al emplear una idea ajena o una cita textual, debemos referirnos a la obra y autor de donde lo hemos sacado, respetando de esta manera los derechos de autor. Es recomendable poner la bibliografía a medida que vayas utilizando las distintas fuentes y en orden alfabético.

Se pueden utilizar diferentes estilos bibliográficos, dependiendo del tipo de carrera universitaria:

 

·           UNE-ISO 690 estilo general.

·           APA estilo para carreras de ciencias sociales.

·           CHICAGO estilo para carreras de humanidades.

·           IEEE estilo para ingenierías o carreras técnicas.

 

Ejemplo de bibliografía


Libros:

·           Rodríguez, J. L. (2010), Las misiones en el exterior de las Fuerzas Armadas. Madrid: Alianza.

·           Gillespie, R., Rodrigo, F. y Store, J. (eds.), Las relaciones exteriores de la España democrática. Madrid: Alianza.

Capítulos de libros colectivos:

·           Rodrigo, F. (1995), «La inserción de España en la política de seguridad occidental», en R. Gillespie, F. Rodrigo y J. Story (eds.), Las relaciones exteriores de la España democrática. Madrid: Alianza, pp. 77-103.

Artículos en revistas:

·           Gambles, I. (1989), «Prospects for West European Security Cooperation», Adelphi Papers, núm. 244, pp. 46-51.

Artículos en periódicos:

·           Torreblanca, J. I. (2011, 8 de abril), «Primavera marroquí», El País, p. 10.

Recursos digitales:

·           Ariño, M. A. y Canela, M. A. (2002), Evolución de la inflación en España: www.iese.edu/research/pdfs/DI-0446.pdf (consultado el 2 de abril de 2011).

Autor: Francisco Javier Arroyo Ortega. 

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Reservado todos los derechos. Se permite la publicación parcial o total, exclusivamente citando al autor con su nombre completo. 

sábado, 16 de abril de 2022

DOBLES CARRERAS, VENTAJAS E INCOVENIENTES

 





Hay que recordar que actualmente la universidad es un negocio muy rentable. Las empresas, viendo un filón de negocio, han ampliado su oferta y su marketing, ofreciendo aparte del grado tradicional, un doble grado. Pero ¿es una buena opción para ti?

En mi labor orientativa me he encontrado con alumnos que han fracaso a nivel universitario al haber escogido equivocadamente este tipo de enseñanza, principalmente por no estar capacitados para ello y no haber calibrado adecuadamente el esfuerzo académico que requieren dichos grados. Hay que ser muy claros: no todos los universitarios están preparados, ni capacitados para los dobles grados (es imprescindible una nota de corte alta en selectividad o reválida). La orientación pre-universitaria en estos casos se vuelve esencial.

Sobre las dobles titulaciones conviene tener en cuenta que en ellas se obtienen dos títulos de la misma rama de conocimiento, que suelen durar entre cinco o seis años las carreras, que tendrás más asignaturas por semestre, más horas de clases y menos de estudio y por lo tanto implicará un mayor esfuerzo para conseguir buenos resultados. Otra desventaja es su precio, pues son más caras.

También hay que tener cuidado a la hora de escoger la universidad, asegurarse que realmente es una doble titulación oficial. Algunas mezclan una titulación oficial con un «título propio» (no equivalente al doble grado). La enseñanza no es necesariamente más personalizada, ya que en la mayoría de las universidades en las clases coinciden alumnos de grado y doble grado.

Pero no todo son desventajas. El alumno con doble grado destacará en un mercado laboral cada vez más competitivo, flexible y abierto. Un alumno me comentó que con el doble grado puedes evitar el máster para acceder directamente al doctorado, por lo general obligatorio para cualquier otro alumno de grado único (por lo que al final puede ser una opción no tan cara).

Francisco Javier Arroyo Ortega

Psicólogo 

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