domingo, 15 de noviembre de 2020

Beneficios de unas técnicas activas de estudio

 



Un estudio publicado en el Journal of Educational Psychology muestra que una persona que utiliza técnicas de estudio puede mejorar su capacidad memorística hasta 31,6 por ciento más que alguien que no las utiliza (Woodrow, H., s.f.). Por lo tanto, el primer beneficio es que memorizarás y recordarás con más facilidad. El alumno conseguirá aprovechar su memoria natural. Sólo el que se esfuerza vence. Con la simple lectura de este libro no conseguirás mejorar tu memorización, pero es el primer paso de un largo camino y trabajo.

Una estrategia de estudio específica y aplicada incrementa el nivel de lectura y comprensión (Driskell, J.L; E.L.A. Kelly, s.f.). El alumno conseguirá distinguir las ideas importantes o principales de las secundarias, elaborará una síntesis gráfica y así su grado de comprensión se verá favorecido. Así mejorarás en la expresión y comprensión de lo estudiado, a través de una lectura adecuada y crítica. En definitiva, fomentarás un estudio activo que hará que el estudio parezca más fácil y más interesante. El esfuerzo con unas técnicas activas resulta más llevadero.

El alumno también aumentará su nivel de atención y concentración en el estudio. Uno de los principales antídotos contra la distracción y la monotonía, consiste en la utilización de unas técnicas activas de estudio. Otro beneficio es que aprenderás un método, una organización y una disciplina que te servirán para el resto de tu vida personal y profesional. No debemos pensar que estudiamos sólo para «el día de mañana» o «porque te obligan tus padres» o «para obtener un buen puesto de trabajo» o «una buena situación económica». Lo que aprendes cada día te sirve para ser más útil a ti mismo y a los demás, y es determinante para el desarrollo de tus capacidades como ser humano.

Estos resultados son lo suficientemente claros para convencerse de que sólo con unas técnicas activas de estudio podremos tener éxito en los estudios.


Francisco Javier Arroyo Ortega

Todos los derechos reservados.

sábado, 3 de octubre de 2020

LAS 7 HERRAMIENTAS DEL ÉXITO: LAS ESTRATEGIAS DE MOTIVACIÓN

 

Estrategias de motivación

 


Para alcanzar tu objetivo y estudiar con éxito, debes reforzar tu motivación y tenerla siempre presente. Para que la motivación no decaiga durante el proceso de estudio, hay que trabarla, utilizando diferentes estrategias y consejos.

Nuestra motivación surge del deseo de alejarnos de algo o del deseo de alcanzar algo. ¿Cuál es tu caso? ¿Quieres deshacerte de los malos hábitos y no volver a suspender más o quieres tener éxito en tus estudios para tener un buen empleo? Puedes ir cambiando entre las dos formas de motivación.

Antes de ponerte a aprender cosas es conveniente plantearte qué motivos puede haber para hacerlo. La educación nunca es un desperdicio, siempre suma puntos, siempre merece la pena saber las cosas que aprendemos. Aquí tienes otros motivos suficientes para aprender:

 

·           Aumentar mi autoestima.

·           Prepararme mejor para mi futuro.

·           Tener un buen empleo.

·           Estar mejor preparado para comunicarme.

·           Poder adaptarme mejor a las nuevas situaciones.

·           Dominar un tema, asignatura y conocimiento.

·           Hacerme más capaz e inteligente.

 

¿Cuáles son, entonces, tus motivos? Puedes anotarlos para tenerlos más presentes.

 

La atribución de las causas de éxito y de fracaso inciden en el rendimiento académico. La motivación desaparece cuando el alumno no se responsabiliza de sus éxitos. Si hemos tenido más fracasos que éxitos, será más probable que expresemos pensamientos negativos sobre nuestra capacidad. El alumno que experimenta de manera repetida fracasos y hechos que escapan a su control, suele creer que carece de poder para influir en los acontecimientos importantes de su vida (indefensión). Es importante darse cuenta de que podemos hacer mucho para mejorar nuestros resultados y no conformarnos con explicaciones derrotistas.

 

 Para sentir pasión por algo se necesita interés y para interesarse por algo, hay que trabajar.


Francisco Javier Arroyo Ortega.

Psicólogo escolar

www.comoestudiar.com 

viernes, 17 de abril de 2020

LAS 7 HERRAMIENTAS DEL ÉXITO: CONVINCIONES DE REFUERZO






En la primera herramienta has anotado tu objetivo. Los pensamientos pueden ayudarnos a conseguir nuestro objetivo o impedírnoslo, por eso debes ser consciente de cuáles son tus convicciones respecto a tu objetivo de estudiar más y mejor. Hay cuatro convicciones que tienen que quedar bien grabadas en tu mente:

·           Los objetivos por los que quiero estudiar son atractivos y deseables. ¿De qué te alegrarás cuando hayas aprobado o pasado de curso? Si tu objetivo no es suficientemente importante, piensa en otro que te satisfaga más.

·           Soy capaz de alcanzar mis objetivos. Hay alumnos que infravaloran sus capacidades, pero piensa en situaciones en las que hayas tenido éxito. Quizás en alguna ocasión has aprobado un examen muy difícil. Estas situaciones son la prueba de que eres capaz de lograr tus objetivos. La verdad es que tienes toda la capacidad necesaria para aprobar. ¡Empieza a creértelo y ten determinación para lograr el éxito!

·           ¡Depende de mí! Lo que más diferencia a un perdedor de un ganador es que el ganador es quien decide asumir que el resultado depende de él. No te veas como una víctima de las circunstancias, sino como el dueño de tus respuestas. Busca la oportunidad de seguir adelante. No te quedes esperando. ¡Sí es posible! ¡Sí hay con qué! ¡Lo voy a lograr! ¡Depende de mí!

·           Merezco alcanzar mis objetivos. Piensa que tienes el mismo derecho que los demás para aprobar y pasar de cursos. «Si quieres lograr lo que aún no has alcanzado, necesitas hacer lo que aún no has intentado» Anónimo.

miércoles, 22 de enero de 2020

LAS 7 HERRAMIENTAS DEL ÉXITO: FORMULACIÓN DE OBJETIVOS






El verdadero problema del estudiante no es tener o no tener técnicas de estudio, sino el llevarlas a cabo. He conocido muchos estudiantes que incluso sin técnicas de estudio consiguen buenos resultados y eso es porque quieren estudiar y están motivados. Las técnicas de estudio no sirven por sí solas para alcanzar el éxito, si no hay voluntad de hacerlo.
Falta conseguir que el alumno ponga en práctica las conductas de estudio por sí mismo, sin tener que depender de la ayuda de los demás. Para tener éxito en los estudios no sólo hay que tener la capacidad y las técnicas para estudiar, también hay que tener la motivación para llevarlas a cabo. Las personas que tienen una mentalidad de crecimiento, que tienen una meta y un objetivo, que creen que la inteligencia puede desarrollarse, que creen en su esfuerzo, que tienen pensamientos positivos, que controlan sus conductas de estudio y saben en todo momento lo que tienen que hacer, son las que tienen éxito en los estudios.
Es interesante observar la diferencia entre los estudiantes con una mentalidad perdedora, de los que tienen una mentalidad de crecimiento. Los primeros se darán por vencidos al primer suspenso; los segundos considerarán el suspenso como un reto, como un desafío. Si tu deseo es cambiar tu mentalidad hacia el estudio o tu propia visión como estudiante, practica estas herramientas del éxito.

 La formulación de objetivos

¿Tienes un objetivo? ¿Sabes lo que quieres?

Las personas de éxito suelen contestar la pregunta de cómo han conseguido algo, diciendo: «Tenía en mente un objetivo concreto». Lo primero que debes hacer para alcanzar el éxito en los estudios es decidir las metas a corto y a largo plazo. Los objetivos tienen que cumplir algunas condiciones para que el camino a su realización sea más claro:

·           Debe ser positivo. Tu objetivo debe estar bien definido y debe mejorarte. Ya sea en el caso del estudio y aprendizaje como en cualquier otro.
·           Debe ser concreto. Necesitas además de señalar cuál es tu objetivo, definir los actos concretos que te llevarán a conseguirlo (estudiar tres horas al día, repasar, etc.).
·           Debe ser un objetivo que puedas conseguir por ti mismo. Aunque necesites de colaboración para algunas cosas, (explicarle a alguien lo que has estudiado, por ejemplo) los pasos para cumplir tu objetivo deben depender de tu esfuerzo y posibilidades, no de las de alguien más.
·           Debe ser realista. Un objetivo debe ser realista en el sentido de que puedas llevarlo a cabo por tus propios medios, que tengas el tiempo y los recursos necesarios para lograrlo. Lo realista del objetivo dependerá de tus recursos, de su viabilidad objetiva y no sólo imaginaria.

Un objetivo a corto plazo podría ser el de estudiar al menos dos horas diarias y además sentirte bien con ello. A largo plazo podría ser el de aprobar esas tres asignaturas que has suspendido. Como ejemplo, a continuación tienes un formato de Formulación de Objetivo que parece simple, pero tiene un gran valor si se lleva a cabo.

Mi objetivo para este año escolar es «no dejarme ninguna asignatura para el año que viene».
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Mi objetivo a largo plazo es «aprobar el bachillerato e ir a la universidad».
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Cómo lo voy a conseguir:
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Francisco Javier Arroyo Ortega
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