miércoles, 22 de enero de 2020

LAS 7 HERRAMIENTAS DEL ÉXITO: FORMULACIÓN DE OBJETIVOS






El verdadero problema del estudiante no es tener o no tener técnicas de estudio, sino el llevarlas a cabo. He conocido muchos estudiantes que incluso sin técnicas de estudio consiguen buenos resultados y eso es porque quieren estudiar y están motivados. Las técnicas de estudio no sirven por sí solas para alcanzar el éxito, si no hay voluntad de hacerlo.
Falta conseguir que el alumno ponga en práctica las conductas de estudio por sí mismo, sin tener que depender de la ayuda de los demás. Para tener éxito en los estudios no sólo hay que tener la capacidad y las técnicas para estudiar, también hay que tener la motivación para llevarlas a cabo. Las personas que tienen una mentalidad de crecimiento, que tienen una meta y un objetivo, que creen que la inteligencia puede desarrollarse, que creen en su esfuerzo, que tienen pensamientos positivos, que controlan sus conductas de estudio y saben en todo momento lo que tienen que hacer, son las que tienen éxito en los estudios.
Es interesante observar la diferencia entre los estudiantes con una mentalidad perdedora, de los que tienen una mentalidad de crecimiento. Los primeros se darán por vencidos al primer suspenso; los segundos considerarán el suspenso como un reto, como un desafío. Si tu deseo es cambiar tu mentalidad hacia el estudio o tu propia visión como estudiante, practica estas herramientas del éxito.

 La formulación de objetivos

¿Tienes un objetivo? ¿Sabes lo que quieres?

Las personas de éxito suelen contestar la pregunta de cómo han conseguido algo, diciendo: «Tenía en mente un objetivo concreto». Lo primero que debes hacer para alcanzar el éxito en los estudios es decidir las metas a corto y a largo plazo. Los objetivos tienen que cumplir algunas condiciones para que el camino a su realización sea más claro:

·           Debe ser positivo. Tu objetivo debe estar bien definido y debe mejorarte. Ya sea en el caso del estudio y aprendizaje como en cualquier otro.
·           Debe ser concreto. Necesitas además de señalar cuál es tu objetivo, definir los actos concretos que te llevarán a conseguirlo (estudiar tres horas al día, repasar, etc.).
·           Debe ser un objetivo que puedas conseguir por ti mismo. Aunque necesites de colaboración para algunas cosas, (explicarle a alguien lo que has estudiado, por ejemplo) los pasos para cumplir tu objetivo deben depender de tu esfuerzo y posibilidades, no de las de alguien más.
·           Debe ser realista. Un objetivo debe ser realista en el sentido de que puedas llevarlo a cabo por tus propios medios, que tengas el tiempo y los recursos necesarios para lograrlo. Lo realista del objetivo dependerá de tus recursos, de su viabilidad objetiva y no sólo imaginaria.

Un objetivo a corto plazo podría ser el de estudiar al menos dos horas diarias y además sentirte bien con ello. A largo plazo podría ser el de aprobar esas tres asignaturas que has suspendido. Como ejemplo, a continuación tienes un formato de Formulación de Objetivo que parece simple, pero tiene un gran valor si se lleva a cabo.

Mi objetivo para este año escolar es «no dejarme ninguna asignatura para el año que viene».
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Mi objetivo a largo plazo es «aprobar el bachillerato e ir a la universidad».
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Cómo lo voy a conseguir:
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Francisco Javier Arroyo Ortega
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www.comoestudiar.com

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