sábado, 23 de marzo de 2013

APRENDIZAJE DE IDIOMAS: AYUDAS PARA LA MEMORIA




AYUDAS PARA LA MEMORIA.

Muchas personas recitan la rima “Treinta días tiene Septiembre, con Abril, Junio y Noviembre” para acordarse del número de días de cada mes. Nos funciona porque nuestra memoria parece disfrutar y responde a la “música de las palabras” lo mismo que lo hacen las canciones.

Pensemos también en las siglas o acrónimos, en los que las letras iníciales de una frase o secuencia de palabras forman otra palabra. Por ejemplo, recordamos la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) porque es un forma compactada, mucho más fácil de decir que el nombre completo.

Otro sistema que puedes utilizar para aprender fechas, es el asociar cifras con palabras con el mismo número de letras. Por ejemplo para la fecha del descubrimiento de América 1492, podrías aprenderte una rima del tipo “A Cuba Andalucía Va”. El truco aquí consiste en contar el número de letras de cada palabra: 1,4,9,2. Esta técnica es bastante versátil. Un aficionado al cine con diferentes números secretos puede emplear este sistema utilizando títulos de películas con cuatro palabras: “En busca del fuego” (2535), y “Los chicos del coro” (3634).

Las ayudas a la memoria más efectivas son las que tienen un significado personal.

Hoy en día no ha duda de que la televisión e internet son medios visuales que han transformado nuestra vida y ha jugado un papel muy importante en mejorar el conocimiento en general. Los jóvenes particularmente, aprenden y memorizan una cantidad de información viendo la televisión. Pero, ¿cómo aprendemos a recordar hecho cuando las imágenes no están presentadas con tanta inmediatez, por ejemplo, cuando leemos un libro? La respuesta es que evocamos imágenes que tenemos en la memoria. Las imágenes se “descargan” de nuestra memoria y las anexamos a la información nueva cuando ésta llega a la parte conceptual del cerebro. Si crees que tienes poca habilidad imaginativa, observa las escenas fantásticas que tu mente crea cuando sueñas. Esas escenas son el producto de tu propio cerebro cuando funciona despreocupadamente, incesantemente inventando conexiones disparatadas entre sensaciones, sucesos, objetos y personas, enviando a tu consciente extrañas aventuras.

UTILIZANDO LA IMAGINACIÓN

Cuando aprendí idiomas en el Instituto me enseñaron, por ejemplo que en francés “suelo” de dice plancher. El profesor me aconsejo que repitiera la palabra una vez y otra, muchas veces, hasta que penetrase. Admití la solución que me dio el profesor como la única posible. Odié el estudio de idiomas y no es de extrañar.

Básicamente tienes dos caminos para recordar que suelo es plancher en francés.
1.    Si no hay ningún parecido entre la palabra y su equivalencia en el idioma extranjero, tendremos que crear una asociación artificial. Visualizamos, por ejemplo, un suelo hecho de planchas de madera, éstas designadas por su equivalencia previamente ininteligible. Así cuando veamos en adelante la pensaremos inmediatamente: plancher-planchas de madera-suelo.
2.    Repetir monótonamente suelo, plancher 200 veces y confiar en que penetre.

Ahora tú ejemplo en inglés:

1. Cogemos la palabra difícil de memorizar y la repetimos varias veces  en voz alta. Por ejemplo: "afraid" [afreid] "to be afraid of" [tubiiafreid] que significa:Tener miedo de. I'm afraid of sharks. 

2. Buscamos una imagen en español que podamos asociar al sonido (afreid).  Por ejemplo, "a freir"

3. A continuación creamos mentalmente una imagen (o secuencia corta) en la que asociamos "freir" con "tener miedo". Por ejemplo, nos imaginamos "friendo unos huevos". Vemos como chisporrotea el aceite que casi nos llega a quemar y nos echamos para atrás. Nos asustamos; se nos ponen los pelos de punta. Nota: Cuánto más impresionante, absurda y más detalles tenga nuestra secuencia, más fácil será recordarla después.

Francisco J. Arroyo
Psicólogo escolar.

jueves, 21 de febrero de 2013

¿CÓMO DEBE ESTUDIAR UN ALUMNO CON DÉFICIT DE ATENCIÓN?


¿CÓMO DEBE ESTUDIAR UN ALUMNO CON TDAH?

Con frecuencia los niños y adolescentes con TDAH presentan dificultades escolares relacionadas con su problema de atención. Las dificultades más frecuentes son problemas en la lecto-escritura y de memoria. Son niños desorganizados que se olvidan de apuntar los deberes, las fechas de los exámenes y pierden o se olvidan del material escolar. Son necesarias unas técnicas o pautas específicas de aprendizaje que corrija estos problemas y les entrene en la reflexividad y el autocontrol.

NORMAS ESPECÍFICAS DE ESTUDIO:

1. Lo primero que deben de tener claro el alumno y los padres, es que la sesión de estudio personal es “sagrada”. A través de contratos fijar sus obligaciones y responsabilidades. El alumno tiene que ser consciente que el estudio implica la asistencia a clase por la mañana, pero también su sesión de estudio personal.

2. El horario de dicha sesión, tiene que ser realista y no debe competir con otras actividades o imprevistos, y siempre se tiene que respectar (no recomendamos para un alumno de la ESO sesiones de más de dos horas). Una vez cumpla el contrato dejamos que use el tiempo libre para lo que quiera. Identificar las horas donde el alumno preste mayor atención.

3. La sesión de estudio tiene que dividirse en tres etapas diferenciadas, la primera de deberes (40´), la segunda de memorización o repaso (40´) y la última, de preparar temas, lecturas, trabajos o deberes fáciles (30´). Con dos descansos de 5´.

4. Empezar las sesiones de estudio leyendo una ficha con autoinstrucciones: preparé la mesa de estudio para que este despejada y tenga todo el material necesario para estudiar, revisaré los deberes, ejercicios y trabajos que debo presentar al día siguiente, decidiré qué deberes voy hacer, qué asignatura voy a estudiar y que tengo que preparar para el día siguiente, terminaré haciendo un repaso general y preparando la mochila para mañana.

5. El lugar de estudio es muy importante en estos alumnos, contrariamente a los que es habitual, es preferible no estudiar en su habitación, ya que suele ser el lugar de juego. El alumno no puede tener ni libros, ni ordenador, ni juegos, ni estuches, etc alrededor que le distraiga. La mejor opción es una habitación aislada, el comedor o la cocina.
6. Diferenciar espacio de estudio y de ocio, enseñar a colocar los objetos de estudio en su sitio adecuado. Asegurarnos que tiene el material justo y necesario.

7. Dividir las tareas que ocupan mucho tiempo en subtareas de menor tiempo. Haz que siempre termine las subtareas y que no se distraiga. Elogie la terminación de una subtarea.

8. Utilizar refuerzos visuales a través del ordenador, pero limitados, puede ser una recompensa.

9. El alumno y los padres tendrán que planificar repasos sistemáticos, sobre todo si no hay evaluación continua en el colegio.

Francisco J. Arroyo Ortega