lunes, 10 de julio de 2017

CÓMO COMPRENDER UN TEXTO CONFUSO




Con frecuencia nos damos cuenta que, al leer un párrafo o un fragmento de texto, no lo hemos entendido o comprendido bien. Esto ocurre muchas veces por problemas de concentración, pero también puede ocurrir que el texto sea confuso en sí mismo o que desconozcamos el significado de alguna palabra, sobre todo con textos expositivos o filosóficos. No siempre nos detenemos en la frase o texto complicado; en vez de ello, continuamos leyendo para mantener la fluidez, sin percatarnos de la falta de entendimiento.
Ante los textos confusos o ante las señales de haber pasado por ellos (mente en blanco al final del párrafo o la página; falta de comprensión) tenemos que:
·      Retomar hasta el sector previo inmediato al sector confuso en el texto.
·      Aclarar en el sector confuso los significados dudosos o desconocidos de términos y símbolos. Utiliza diccionario para asegurarte de aprender el significado correcto y ensaya la aplicación del término con el mismo significado que el utilizado en el texto, pero en oraciones de tu invención.
·      Dicotomizar: Cuando no se encuentran palabras o símbolos desconocidos en el texto, pero aun resulta confuso, hay que enfocar el análisis dividiendo en dos partes el texto que no entendemos. A estas dos partes las denominaremos Tema y Comentario. La idea es despejar la confusión por la vía más simple; tal como hacemos en el análisis de oraciones dividiéndolas en sujeto y predicado: el sujeto es el Tema y el predicado es el Comentario.

Veamos un ejemplo de frase confusa, aunque con palabras conocidas:
“Y, sin embargo, mil veces sobre la virtud he pronunciado muchos discursos y delante de mucha gente, y muy bien, según a mí me parecía; pero ahora ni siquiera qué es puedo en absoluto decir. Y me parece que haces bien en no querer embarcarte ni viajar fuera de aquí; porque si siendo extranjero en otro país hicieras tales cosas, quizá te detuvieran por mago”. (PLATÓN, Menón).

Ahora veamos cómo dicotomizarla:

1.   Determinamos el tema: «La virtud” y de cómo conocer la realidad.
2.   Determinamos el comentario: “Y, sin embargo, mil veces sobre la virtud he pronunciado muchos discursos y delante de mucha gente, y muy bien, según a mí me parecía; pero ahora ni siquiera qué es puedo en absoluto decir”

Menón estaba convencido de que podía hablar de la virtud (“mil veces sobre la virtud he pronunciado muchos discursos y delante de mucha gente”), pero estaba confundido y reconoce que no puede decir nada acerca de algo que desconoce, (“pero ahora ni siquiera qué es puedo en absoluto decir”).



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