martes, 25 de marzo de 2014

La influencia de nuestros pensamientos en el estudio.



El éxito de cualquier cosa que emprendamos en la vida dependerá en gran medida de la actitud que tomemos para abordarla. Podemos hacerlo desde el temor y la inseguridad, o desde la ilusión y la confianza. 

Cuando nos dejamos llevar por nuestros miedos, pronto adoptamos una actitud pasiva y con tendencia al descontento, y nuestros pensamientos son algo parecido a:  - Quizás ahora no sea buen momento para empezar
 - Esto no va a funcionar
 - No tengo fuerza de voluntad. 

Cuando abordamos el estudio con una actitud confiada y positiva, que es nuestro propuesta , estamos enfocados con palabras del tipo:

 - Ahora es el momento de hacerlo 
 - Yo voy a hacer que esto funcione 

El pensamiento positivo no solamente nos ayuda a dirigir nuestra conducta de manera adecuada, sino que también abre las puertas a nuestra creatividad, a superar los momentos bajos y a perseverar hasta que consigamos nuestros objetivos. El método “Harvard” no sólo te enseña unas técnicas para estudiar de forma adecuada, te ayudamos a fijar tus metas y te apoyamos hasta que las consigas. Es posible que hayas intentado tener éxito en tus estudios en múltiples ocasiones con anterioridad, y que no lo hayas conseguido. ¿Por qué hacerlo así y ahora? Porque tus metas son las nuestras. 


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viernes, 14 de marzo de 2014

EL ÉXITO EN LOS ESTUDIOS: LAS TÉCNICAS, EL ESFUERZO Y LA PREPARACIÓN MENTAL




Las técnicas, el esfuerzo y una buena preparación mental son la clave del éxito en una oposición y pueden compensar otras muchas desventajas, pero debe acertar en una cosa importante: buscar una oposición donde la competencia no sea muy alta. Hay que ser realista, no podemos competir con mentes brillantes.

Si has escogido bien la oposición ……!adelante!

No es posible ganar un juego que entras a jugar con un pensamiento perdedor y lo que diferencia a un perdedor de un ganador, es que el ganador asume que en última instancia depende de él. Tienes toda la capacidad necesaria para aprobar una oposición, empieza a creer en ti mismo. Busca la oportunidad de seguir adelante. Ya te podemos felicitar por haber dado un paso muy importante, te has apuntado a un curso de técnicas de estudio. No te has quedado esperando, sino que has buscado una oportunidad. Mientras tu creas que es posible, la posibilidad existe y si hay muchas oportunidades.

“Si quieres lograr, lo que aún no has alcanzado, necesitas hacer, lo que aún no has intentado”


Cómo mejorar la motivación


1.    Mejora tus técnicas de estudio. La mala organización y el utilizar técnicas de estudio inadecuadas desmotiva.

2.    El éxito motiva. No siempre obtenemos éxitos importantes, pero sí pequeños. Reconoce los éxitos parciales. ¿Piensa en las situaciones que has tenido éxito? Quizás en alguna ocasión has aprobado un examen muy difícil, pues esa es la prueba de que tienes toda la capacidad del mundo para poder aprobar.


3.    Lo ideal y lo real. Una de las explicaciones del decaimiento está en acentuar la oposición entre lo real y lo ideal. Uno se propone metas tan ideales, o piensa que puede aprobar cualquier oposición.

¿Podría aprobar cualquier oposición? Evidentemente NO.

4.    Corrige las distorsiones de tu auto-concepto como estudiante. Nos creemos peores de lo que en realidad somos. Nos evaluamos negativamente. Intenta decirte cosas positivas sobre ti mismo (consultar anexo, auto-verbalizaciones positivas). PIENSA POSITIVAMENTE.

5.    Descubre y crea interés. El interés no es algo que tenemos o no, también se puede crear y desarrollar. Elimina, si todavía tienes, ideas-eslogan negativos hacia el estudio (“que rollo” “esto no sirve para nada”). Relaciona lo que estudias con la vida, con tu futura actividad profesional. Ensancha el concepto de “utilidad”. Hay estudio o materias que no nos parecen útiles ahora, pero resultan muy útiles a la larga: aprender a pensar críticamente, a expresarse bien por escrito, etc.


6.    Explica correctamente tus resultados. Evita explicar los resultados positivos por la suerte o por otra causa que no seas tu mismo. Cuando el resultado es negativo conviene que las explicaciones sean internas (la causa de mis resultados está en mí), inestables (la causa puede variar) y controlables (su modificación depende de mi).

7.    Reacciona adecuadamente a la frustración y al fracaso. No consideres el fracaso como algo inevitable y definitivo. No proyectes la responsabilidad fuera de ti. Tampoco te limites a culparte a ti mismo con expresiones: “soy un desastre”, “no valgo para nada”. Mantén el esfuerzo y no “tires la toalla”. La experiencia de un fracaso no es el momento mejor para plantearse abandonar la carrera. Aprende de los errores.


8.    Evita falsas defensas. Negar la realidad: no reconocer lo evidente. Racionalizar: explicar los resultados poco favorables aportando una serie de razones poco justificadas “la asignatura no es importante” “el profesor explica mal”. Disminuir el trabajo como justificación.

9.    Acepta que tú no puedes controlar todo. Busca entender qué cosas puedes cambiar y qué cosas no.

 Francisco J. Arroyo 
Psicólogo escolar



lunes, 6 de enero de 2014

Cómo estudiar sin pensar que estás estudiando.


  • Estudiar de pie. Si algo recuerdo de mi época de estudiante son las horas que pasé estudiando de pie. Lo cierto es que se trata de una forma de estudiar que cada vez recomiendo más a los alumnos y a las familias. El estar de pie rebaja la ansiedad que muchas veces provoca estar  sentado delante de unos apuntes. Es muy recomendable que el alumno esté unos minutos sentado para intentar retener la máxima información posible y luego se ponga de pie y, mientras va caminado, repase mentalmente aquello que se ha preparado durante el tiempo que ha permanecido sentado.
  • Cronometrarse. Otro de los problemas que sufren muchos alumnos a la hora de estudiar es la pésima gestión que hacen del tiempo. De ahí que sea tan importante que se exijan a sí mismos un tiempo limitado para aprenderse lo que sea preciso. En este sentido es muy útil utilizar un cronómetro -hoy en día muchos móviles lo llevan incorporado- para fijar el tiempo que necesito para aprenderme algo. El alumno debe cronometrar tanto el tiempo que necesita para estudiarse algo como el tiempo que necesita para demostrarse a sí mismo que se lo sabe. Se trata de ir fraccionando el tiempo de estudio para que de esta manera haya un tiempo para memorizar y otro tiempo para demostrar que has aprendido lo que has memorizado.
  • Usar una pizarra. Otro método muy útil para el estudio consiste en que los alumnos tengan en su casa una pequeña pizarra. Esta pizarra es un instrumento tremendamente útil porque les permite cambiar de rol y pasar de ser estudiantes a ser profesores. Algunos de mis alumnos están estudiando de esta forma y me han comentado que les funciona muy bien. Los alumnos copian en la pizarra los conceptos, definiciones, ejemplos a estudiar. Al escribirlos, lo que hacen es fijar las palabras en la memoria, es decir, trabajan la memoria visual. Pero además de trabajar la memoria visual hablan o recitan en voz alta la lección y ello también ayuda y mucho a fijar los contenidos. Además, cuando se hablan a sí mismos están explicando aquello que han entendido, en lugar de memorizarlo. Lograr que aprendan a explicar lo que han aprendido en lugar de memorizar lo que han aprendido, les permitirá retener lo aprendido durante más tiempo e impedirá que se bloqueen el día de una prueba o examen si no les viene a la cabeza alguna palabra de una definición, por ejemplo.
  • Hacer listas. No entraré en este capítulo sobre la importancia de subrayar las palabras clave de un texto o elaborar diferentes tipos de esquemas como los Esquemas de Cajas o los Esquemas de Columnas. Tanto subrayar como hacer esquemas es una magnífica forma de estudiar, si no la mejor, porque convertimos el estudio en algo mecanizado, en algo procedimental. Además tiene la ventaja de que son dos tipos de Técnicas de Estudio en las que el alumno es consciente de cuando empieza y de cuando acaba. Es por ello que la elaboración de listas, el ir escribiendo los conceptos y las palabras clave de la unidad es algo que podemos hacer de una forma mecanizada y repetitiva para que se nos vaya fijando poco a poco en la memoria. Para saber más sobre las palabras clave de un texto y el esquema como método de estudio recomiendo los artículos titulados Cómo enseñar a tus alumnos a encontrar las palabras clave de un texto y 7 beneficios que aporta el esquema en el estudio.
  • Hacer preguntas. Otro método que suele funcionar a los alumnos es hacerse preguntas sobre aquello que van aprendiendo. De lo que se trata es que las primeras preguntas que se hagan a ellos mismos sean preguntas cerradas, es decir, que se respondan con un sí o un no. Y a continuación pueden aumentar el nivel de dificultad y pasar a las preguntas abiertas. La respuesta a estas preguntas son las que le servirán para estudiar sin tener que memorizar. Es importante que las respuestas se escriban en un papel o se digan en voz alta para que también queden fijadas en la memoria.
  • Rendir cuentas. Siempre les digo a mis alumnos que no deben esperar el día de una prueba para demostrarse si han aprendido aquello que han estudiado. Es por ello que les recomiendo que una vez crean que han finalizado el estudio hagan que otra persona se convierta en su examinador. En este sentido la ayuda de padres y hermanos resulta tremendamente útil y no implica una inversión de tiempo por parte de las familias. Es el alumno el que realiza el estudio de forma individual y en solitario, pero creo que es francamente útil que el alumno rinda cuentas de lo que ha estudiado para una prueba a algún familiar. De esta forma sabrá si está o no preparado para la prueba o cuáles son sus puntos débiles en los que debe insistir.
  • Escribir para aprender. En aquellos alumnos con un déficit importante de atención es conveniente el uso de la escritura para el estudio. Al ser incapaces de estar frente a una hoja y aprendérsela, de lo que se trata es de que vayan copiando una y otra vez aquello que es pertinente del tema. La escritura convierte del estudio en una actividad mecánica, en una actividad pautada que permite aumentar la atención y la concentración y así trabajar de forma mecanizada la memoria visual.
Soy consciente de que la Escuela tal y como la entendemos hoy en día es algo más que memorizar definiciones y volcar conceptos en un papel. Pero creo que el estudio y la memoria son destrezas que los alumnos tarde o temprano deben ir adquiriendo porque forma parte de su proceso de enseñanza-aprendizaje. Y en este sentido los docentes creo que tenemos una enorme responsabilidad. Y en esa responsabilidad entra el hecho de que seamos capaces de enseñares métodos alternativos y que se adapten a su forma de ser y al mundo en el que les ha tocado vivir. Y es por ello que debemos invertir un tiempo, repito, invertir tiempo de nuestras asignaturas para que vayan adquiriendo estas destrezas que les permitan trabajar aspectos como el razonamiento, la memoria y el estudio. Porque
TODO SE PUEDE APRENDER. TODO SE DEBE ENSEÑAR.
Espero que este artículo os haya sido de utilidad.

Acerca del autor

Santiago Moll ejerce como profesor de Secundaria y es el autor del blog 'Justifica tu respuesta'. Este blog educativo habla sobre aspectos relacionados con la práctica docente y su interacción con las Nuevas Tecnologías. Santiago Moll